(31/12/13)
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Luis Antonio Vidal
Las matemáticas de Núñez
Los cambios anunciados ayer por el gobernador Arturo Núñez
también deben leerse con la lupa de las matemáticas. Más bien, todo el gobierno
debe interpretarse con números para comprender el perfil y la ruta del sexenio
nuñista.
En el gabinete, 18 cargos son los más relevantes, sean Secretarías
de Estado, Coordinaciones y la Representación del Gobierno de Tabasco en el DF.
De ese universo, 3 carteras se encuentran ocupadas por
funcionarios recomendados por Andrés Manuel
López Obrador: Educación, Seguridad Pública y Desarrollo Social; 5 por personajes
que cobraron cuota política a Núñez: Gobierno (Ojeda), Desarrollo Económico (Gustavo
Rosario), Sedafop (Pedro Jiménez), Asuntos Jurídicos (Juan José Peralta) y el
representante del Gobierno en el DF (Oscar Cantón).
El resto de las 18 posiciones, es decir diez, aparentemente corresponden
a la decisión personal del gobernador perredista.
En pocas palabras, la columna vertebral del gabinete se
integra con el 17 por ciento de funcionarios morenistas; 28 por ciento por
políticos que cobraron cuotas; y el 55 por ciento por amigos y gente de
confianza del mandatario.
Con más de 18 mil millones de pesos, los morenistas manejarán
en 2014 el 47 por ciento del presupuesto del Poder Ejecutivo, considerando en
este paquete al Director de Administración de la Secretaría de Salud, Javier Núñez López, patrocinador de las
campañas de AMLO.
Los cambios en números
De los enroques ordenados por Núñez este 30 de diciembre,
tres forman parte de esta estructura principal de gobierno: Administración, Salud
y Contraloría.
Esto significa que Núñez ajustó apenas el 16.66 por ciento de
su gabinete conocido como legal.
De esos tres ajustes, dos fueron mujeres, género que -del
universo de 18 cargos- tenía 5 posiciones. De tal manera, Núñez cambió al 40
por ciento de las mujeres de su primer círculo de gobierno, y hoy sólo quedan
cuatro: Contraloría, Desarrollo Social, Sernapam y Comunicación Social, es
decir, el 22 por ciento.
En suma…
Con estas referencias, se puede concluir: el 55 por ciento
del gabinete legal es puramente nuñista; el 28 por ciento son cuotas de actores
políticos; y el 17 por ciento es de López Obrador (pero manejarán casi el 50
por ciento del presupuesto del Ejecutivo). Son pocos pero administran mucho.
Así que las remociones decembrinas de Núñez tienen un común
denominador: no se movió a ningún alfil de AMLO ni a los políticos de
trayectoria que ocupan cargos de importancia.
Sólo nuñistas y funcionarios sin padrino se fueron a la calle.
Otros cayeron parados, como el abogado Filigrana que será
-¡válgame Dios!- Secretario de Salud.
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