viernes, 17 de enero de 2014

(17/01/14)
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Luis Antonio Vidal

El espejo de Granier
No hay la menor duda: el gobernador Arturo Núñez se mira en el espejo de Andrés Granier.

Procura no cometer los errores del químico quien, por andar disfrutando del aplauso fácil de la gente, llevó las finanzas locales al despeñadero.

En su primer mes de su gobierno, Granier cumplió su promesa de otorgar una especie de pensión a madres solteras, discapacitados y adultos mayores, pero abrió un boquete financiero de tal magnitud que se convirtió en la primera palada de tierra a su malogrado sexenio.

Núñez se mira en ese espejo de la Quinta Grijalva y recuerda que Granier desapareció este programa social después de las elecciones del 2009, cuando entendió que costaba mucho dinero sostenerlo y que electoralmente nada le redituó porque su partido, el PRI, fue avasallado en las urnas.

Asimila el hoy gobernador esa lección en pellejo ajeno.

No apetece el aplauso ciudadano si a cambio de él su gobierno dejará de ingresar cash.

No le interesa ese gambito; tampoco el reproche de la gente sobre la incumplida promesa de campaña. Ya se les olvidará.  

Antepone, eso sí, la convicción que las finanzas públicas de Tabasco no están en condiciones de prescindir de más de 380 millones de pesos por concepto de tenencia y otro tanto más por reemplacamiento.

Quizá sea una decisión razonable, impopular, pero razonable.

Lo dicho en campaña
En mis archivos periodísticos no tengo registro que en campaña Núñez estableciera un plazo para desaparecer el impuesto. Por lo menos no, en la hemeroteca personal.

A continuación transcribo fragmentos de una entrevista de banqueta –de esas que hoy están prohibidas- que concedió el entonces candidato a un grupo de reporteros. 

“Estoy informado que la recaudación de ese impuesto (IEV) ha bajado, que no llega a los 100 millones de pesos. (En ese tema) quiero ir con pies de plomo para no engañar a los tabasqueños, para no decirle voy a hacer esto con tal de que voten por mí, y cuando llegue al cargo les diga fíjense que no puedo… eso sería indebido”.

Añadió:
“Tenemos que calendarizarlo, quizá no sea el primer año, pero lo vamos a hacer; recibí a los promotores de los tabasqueños, creo que es un problema manejable, que vamos a poder, vamos a cumplirle a los tabasqueños seriamente sin dañar las finanzas estatales derogando el Impuesto Estatal Vehicular”.

De vuelta al espejo
Ante tal compromiso, el ex Subsecretario de Gobernación se contempla en el espejo de Granier y reflexiona: si el agradecimiento de la gente tiene fecha de caducidad, entonces que el paternalismo –característica de los gobiernos de izquierda y sobre todo del PRD- aguarde un mejor momento.

De ahí que a diferencia del químico, el ex priísta juegue a la inversa.

No se eliminará la tenencia este año y como puntilla va un doloroso reemplacamiento por vía intramuscular.

Núñez medita frente al espejo de Granier: quizá en 2015 decida extinguir la tenencia.

Si el gobierno viene en picada – a como se percibe- y la decepción ciudadana pronostica un catastrófico escenario para los candidatos de la izquierda en los próximos comicios, aligerará el paso para decretar la extinción del IEV.

Si, por el contrario, la evaluación a finales de este año indica una recuperación de imagen y popularidad, podría posponerse la extinción del IEV hasta el 2017, previo a la sucesión gubernamental, previendo que en el 2015 a su partido le iría de maravilla.  

Costo político
Para el gobernador, el costo político personal que le puede ocasionar no derogar ese impuesto, es la pérdida de su popularidad. Sólo eso. A él no lo volverán a ver en boleta electoral alguna. No competirá de nuevo por nada.

Advierte, empero, que si su partido pierde la mayoría en el Congreso local a partir de enero del 2016, se complicaría la gobernabilidad de su administración.

Por eso asume las decisiones más drásticas a 18 meses de las elecciones intermedias, sin inflexiones.

El impuesto no tiene marcha atrás.

Las presiones sociales le van a hacer lo que el viento a Juárez, que lo diga Agapito Domínguez cuando vivió en carne propia un merecido escarnio al pillársele en un fraude, y sigue despachando en el ISSET.

No se retractará el gobierno. Marche quien marche, brinque quien brinque.
El espejo de arte gótico no se equivoca… ¿o sí?

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